La primera Street Store se realizó el pasado 14 de enero de 2014 en la ciudad de Cape Town en Sudáfrica, en asocio con The Heaven Night Shelter, una organización que provee hospedaje temporal a habitantes de la calle, y The Salesian Institute, instituto enfocado en proyectos que ayuden a jóvenes en situación de riesgo.

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La pop-up store reunió cientos de prendas donadas por los habitantes de la ciudad, que luego fueron expuestas para que más de 1.000 habitantes de la calle se probaran y escogieran aquellas que fueran de su preferencia.

The Street Store busca que otras personas del mundo puedan impulsar la iniciativa replicando el modelo en diferentes ciudades. Para hacerlo, solo es necesario ingresar al sitio web oficial de la organización, diligenciar un formulario y acceder al material gráfico y las guías de desarrollo del proyecto. No hace falta ser propietario de un establecimiento comercial o pagar una renta. La iniciativa busca que todo el proyecto se gestione a través de voluntariado y el único requerimiento especial es que se integre a una organización local que trabaje en pro de personas que no cuenten con un hogar y que se soliciten los permisos necesarios para levantar la pop-up store en un espacio público.

Diferentes proyectos a nivel mundial ya le están apostando a la creación de modelos que promuevan la donación a las personas menos favorecidas. En Brasil, una iniciativa llamada ‘La tienda vacía’, invitaba a la gente a llenar las estanterías vacías y vestir a los maniquíes desnudos, con el fin de donar ropa a las personas que necesitaran abrigo en el invierno. Al igual que The Street Store, el modelo de ‘La tienda Vacía’ se encuentra disponible para que cualquier organización o persona natural pueda replicar la idea en su ciudad o comunidad. Ciudades como Buenos Aires y Milán ya han levantado su propia ‘Tienda vacía’ para ayudar a la inclusión social de las personas de bajos recursos.

Iniciativas como The Street Store y La tienda vacía pueden convertirse no solo en un modelo sostenible para donar abrigo, sino también otros elementos, como comida, medicina o productos de aseo, que permitan ofrecerle a las personas que no tienen techo una mejor calidad de vida, reducir la inequidad social e integrar a los habitantes de la ciudad en pro de una buena causa.

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