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¿Cómo y por qué enseñar habilidades para la vida a los niños?

Enseñando habilidades para la vida

Comienza a surgir una necesidad por incorporar a la educación, las habilidades para la vida orientadas a alcanzar el éxito. Leer más
Pablo Muzás Ergüín
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El debate sobre por dónde debe caminar la innovación educativa es sin lugar a dudas apasionante. Afirmaciones como que «el aprendizaje significativo se produce a través de la emoción», premisa expuesta por Mar Izuel en un reciente foro de innovación educativa, reflejan una tendencia que parece ya consolidarse en el sistema educativo sobre la conveniencia de enseñar a los niños a manejar sus emociones y desarrollar su empatía. En definitiva, comienza a estar extendida entre los educadores la necesidad de incorporar a sus objetivos formativos el fomento de las habilidades emocionales y sociales en el niño.

En InspiraKIDS vimos hace más de dos años la necesidad de combinar el refuerzo de la inteligencia emocional y social en el niño con la potencialización de su creatividad o su formación en el ámbito de la innovación y el emprendimiento. Tras nuestro apasionante periplo hasta la fecha, el impacto positivo que experimentan y nos transmiten nuestros alumnos y la irrupción de otras iniciativas similares a la nuestra nos reafirman en que transitamos por el camino correcto.

Esta combinación resultante de reforzar en el alumno competencias emocionales y sociales con habilidades para la vida, como complemento a las enseñanzas tradicionales que se imparten en la escuela, comienza ya a ser objeto de reflexión en diferentes ámbitos del sector educativo. Ellen Galinski, presidenta del Families and Work Institute y colaboradora de la sección de educación del Huffington Post, identifica en un interesante artículo dos tipos de competencias que podrían ser reforzadas en la escuela: las relacionadas con el carácter y las denominadas habilidades para la vida.

La principal novedad de este enfoque radica en incorporar al aprendizaje escolar las habilidades relacionadas con funciones ejecutivas del cerebro, que consisten en el manejo de pensamientos, acciones y emociones para lograr metas. Mientras las competencias emocionales tratan sobre quién eres, las funciones ejecutivas tratan sobre cómo manejas lo que sabes para lograr tus objetivos.

En su artículo, Ellen Galinski hace referencia a 7 tipos de habilidades para la vida basadas en funciones ejecutivas que podrían ser reforzadas en la escuela:

- La atención y el autocontrol

- La toma de perspectivas

- La comunicación

- El establecimiento de conexiones

- El pensamiento crítico

- La asunción de retos

- La capacidad para el autoaprendizaje

Estamos ante el embrión de un apasionante ámbito de reflexión que adquirirá un creciente protagonismo y sobre el que en InspiraKIDS estamos ya trabajando. Un enfoque más ambicioso que sitúa los esfuerzos educativos no sólo en el qué aprendemos, sino también en el quiénes somos, cómo nos relacionamos con los demás y cómo gestionamos nuestras potencialidades para optimizar el aprendizaje y el éxito en la vida.

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Imagen: cdn.kidspot.com.au

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Pablo Muzás Ergüín
    «Si el optimismo, el emprendimiento o la importancia de las redes de relaciones se enseñaran en los colegios, proporcionaríamos a los niños un activo de trascendental importancia para sus vidas». Tras una dilatada carrera como ejecutivo y formador en habilidades directivas, Pablo Muzás funda InspiraKIDS en 2012 con la visión de inculcar a sus hijos competencias y valores relacionados con la inteligencia emocional y el desarrollo motivacional que les ayuden en su trayectoria personal.