• Young Marketing
• - marzo 20, 2012
@Young_Marketing

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Es sorprendente pensar en la cantidad de ajustes inconscientes que hacemos día a día en nuestras actividades cotidianas. Estos “actos impensados“, que como su nombre lo dice, ocurren sin tener planeación alguna sino que simplemente los ejecutamos, pueden ser fácilmente considerados una de las oportunidades de negocio más subestimadas.

Al parecer, solemos pensar que este es un hecho del cual sólo los diseñadores pueden sacar ventaja y en el peor de los casos, nos acostumbramos a vivir adaptándonos a las circunstancias, en vez de adaptar nuestros productos y servicios a nuestras necesidades.

Es importante saber traducir nuestras ideas en modelos de negocios estructurados.

En mi opinión, lo más atractivo e interesante de los actos impensados como impulso de emprendimiento es que la observación de uno mismo, de los demás y del funcionamiento de las cosas en general, es la mayor fuente de información para innovar.

FUENTE: Mind lab

VIA: eqqydesigns

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