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22 consejos para convertirse un orador y vocero altamente efectivo

Tips para ser un orador efectivo

A continuación, encontrará algunas cuestiones básicas a tener en cuenta antes de enfrentarse a cualquier tipo de auditorio. Son recomendaciones sencillas, prácticas y, sobre todo, de impacto inmediato. Leer más
Daniel Colombo
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Es una realidad que no podemos eludir: en cualquier ámbito profesional y personal la oratoria es siempre una herramienta para comunicar información acerca de cualquier proyecto u objetivo, porque le permite a usted aprovechar mejor sus oportunidades de llegar e impactar en cualquier clase de auditorio. Por eso se dice que la oratoria es una cualidad clave.

¿Y si le digo que tiene sólo los primeros 5 a 10 segundos al salir a escena para que su auditorio se haya formado una idea de usted? ¿Cómo se siente?

Es sabido que no todos se sienten cómodos cuando se les pide que digan unas palabras delante de un auditorio, sobre todo cuando los presentes no esperan nada menos que un buen desempeño.

A continuación, encontrará algunas cuestiones básicas a tener en cuenta antes de enfrentarse a cualquier tipo de auditorio. Son recomendaciones sencillas, prácticas y, sobre todo, de impacto inmediato. Fáciles de implementar y de resultado 100% garantizado.

 

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1. Conozca a su público: es muy complejo afrontar una situación de discurso si no sabe quién es su audiencia. ¿Por qué están aquí? ¿Vinieron espontáneamente ú obligados? ¿Cuál es el interés que tienen en acompañarlo en su exposición? ¿Por qué lo que usted diga puede ser interesante para ellos y ellas? Averigüe toda la información posible y planifique cuidadosamente su presentación. Por ejemplo, llegue siempre una hora antes al lugar de la conferencia, indague la lista de inscritos, converse con ellos en el hall. Esto le permitirá ganar en autoconfianza.

2. Mantenga el rumbo – No abandone su tema principal: es necesario que el público sienta que su discurso tienen un objetivo, y que usted avanza hacia él progresivamente. ¡Peligro! No se vaya por las ramas extendiéndose en ejemplos sin sentido o referencias fuera de contexto. A un discurso, conferencia o situación de hablar frente al público, la hacen usted, su mensaje y el público.

3. Sea cuidadoso con las interrupciones de sus oyentes: usted es el capitán del barco. Los aportes del público, muchas veces, pueden ser positivos y enriquecedores; aunque en ocasiones hacen que el discurso o la conferencia se vayan de cauce y tomen el rumbo equivocado.

Frecuentemente, sobre todo si usted aún no tiene dominio de su arte como orador y, por ende, de su audiencia,  pueden hacer que el encuentro derive en un cauce trivial, o se aparte del objetivo que usted se propuso. Aquí van algunos procedimientos que le permitirán encauzar el rumbo; utilice estas frases cada vez que lo considere apropiado:

  • “sus palabras me traen a colación..”

  • “eso me recuerda…”

  • “es interesante ese punto de vista, sin embargo…”

  • “precisamente sobre ese aspecto hablaré más adelante…”

  • “le propongo ver esa idea de una manera diferente…”

  • “sé que todos podemos tener nuestras apreciaciones sobre el tema; sin embargo, me interesa resaltar que…”

y tantas otras formas, sin agredir ni confrontar.

4. Conozca profundamente su tema: muchas veces debemos dar discursos sobre aspectos que no son de nuestra incumbencia específica. Es necesario tener una opinión formada y solvencia acerca del tema que abordará. Esto le permitirá hablar con autoridad, entusiasmo y convicción. Prácticamente es posible abordar cualquier tema cuando se convierte en un orador experimentado. Esto se logra buscando en su interior, y apelando a su experiencia, estudios, proyectos, casos, referencias y todas las fuentes de información posibles. Así, podrá disertar sin inconvenientes y con soltura.

¡Peligro! Apelando a una expresión popular, no caiga en “una guitarreada”, es decir, hablar utilizando las palabras elocuentemente aunque carentes de sentido. El público se da cuenta al instante y le dará su feedback en formas inapropiadas.

 

5. Utilice ejemplos y haga comparaciones: cuando estructure su discurso, el objetivo principal es llegar con su mensaje al público. Puede suceder que uno de los principales inconvenientes sea el de la necesidad de transmitir ideas abstractas o difíciles. En este caso, busque ejemplos, establezca paralelismos, use metáforas y analogías para hacer más clara su exposición. El recurso de las comparaciones también es sumamente eficaz. Consiste en comparar lo que está expresando con elementos o situaciones de otros ámbitos, que usted intuye que pueden ser conocidos por su auditorio y que, a la vez, tengan cierto parecido con el tema.

 

6. Apoye la información con estadísticas: siempre que sea factible, es importante utilizar estadísticas que apoyen su tema. ¡Cuidado! No abuse de los números, y menos aún, si son complejos de explicar. Brinde síntesis y siempre con un sentido de apoyo a lo que está exponiendo. Puede entregar copias impresas o digitalizadas del material de su exposición, lo cual siempre es bienvenido por el público. Si es así, anúncielo al comienzo, porque los ayudará a mantenerse enfocados en su discurso, sin estar pendientes de tomar notas.

 

7. Comuníquese con los distintos tipos de públicos que están allí con usted: Si bien podemos ver al público como una gran masa uniforme, cada persona tiene sus particularidades, personalidad, experiencia y, sobre todo, expectativas acerca de su exposición. Por eso es importante articular su discurso de forma tal que llegue eficazmente a todas y cada una de las personas.

Una aproximación interesante para lograrlo es tener en cuenta los postulados básicos de la P.N.L. (Programación Neuro Lingüística), una ciencia que estudia los procesos de comunicación humanos. Según se ha estudiado, los seres humanos captamos la información básicamente de tres formas. Lo hacemos mediante un sistema representacional, es decir, la ‘forma’ en que nos representamos el mundo; y desde allí, permitimos –o no- que nos llegue la información. Hay personas que son predominantemente visuales, auditivas o kinestésicas. Si bien la forma en que cada ser humano se permite captar la información está determinada por su su historia personal y sus filtros (es decir, una especie de ‘colador’ por el que tamiza lo que recibe), si utiliza apropiadamente los recursos de la P.N.L. para llegar al público puede ser  sumamente enriquecedor. En el capítulo 4 de este libro ahondaremos al respecto.

 

8. Sí a entrar en detalle, aunque con cuidado:  un efectivo uso del nivel de detalles en su exposición puede darle lucimiento y brillo; aunque el uso fuera de control producirá aburrimiento y que el público se disperse de su idea principal provocando un efecto negativo.

 

9. Utilice testimonios: en caso que use relatos, fuentes de información de distinto tipo y casos reales, necesita chequear su veracidad. Un recurso que siempre ayuda es en referenciar a personajes de renombre que, de alguna forma, puedan ayudarlo a graficar sus ideas. Otra forma indirecta de utilizar la técnica de testimonios, es poner ejemplos en potenciales terceras personas acerca de aspectos que, sí o si, tiene usted que mencionar, pero con los que puede despertar polémica. En este caso, puede utilizar frases como “Cierta vez un amigo empresario me confió que…”; “…hace poco tiempo encontré en Internet la historia de…”, para darle contexto.

 

10. Haga crecer sus ideas: cada oportunidad como orador es una ocasión de dar un salto hacia algo mejor, que le permita hacer mejoras y ampliar sus ideas y conceptos. Anote y haga esquemas de estos aspectos. Lleve un registro de lo que sí y lo que no funcionó en sus presentaciones. Una técnica que puede ayudarlo para incorporar nuevos encuadres en sus discursos, es hacer un debate con sus compañeros de la empresa o sus amigos. Así podrá testear no sólo sus ideas y procedimientos, sino incorporar aspectos que quizás no se le habían ocurrido.

 

 
11. Prepárese para improvisar: sin necesidad que se convierta en un actor especialista en improvisaciones, es altamente frecuente que en alguna ocasión aparezca la ineludible necesidad de abordar un tema que no tenía preparado, o un aspecto diferente que no había considerado. Para muchas personas esto puede resultar altamente estresante y llevarlo al máximo de su adrenalina. Otro ejemplo es cuando algo falla en su puesta en escena, como un corte de luz, el proyector, la computadora, o el sonido. Oportunidad: ¡Utilícelo a favor! Hay un método sencillo y práctico para salir del paso.

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Daniel Colombo
    Experto en comunicación, relaciones públicas y marketing. Coach de equipos, alta gerencia y profesionales; speaker motivacional. Autor de 14 libros y cursos.
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