Esta cadena de restaurantes cuenta con más de 115 puntos de venta en el país, y presencia en Estados Unidos. En sus más de 40 años de vida mantuvo su comunicación enfocada en los adultos que crecieron al lado de la marca, pero eventualmente encontró la necesidad de acercarse a nuevas generaciones para renovarse y mantenerse vigente; un problema y una oportunidad con los que se acercó a Young Marketing en 2012.

La solución fue crear la primera línea de productos de la marca enfocada en jóvenes: Big Pollo, con sus dos primeros productos piloto Big Pollo Burger y Big Pollo Snack. El primero, un sánduche de pollo pensado para consumirse en los restaurantes o a domicilio, y el segundo, con un concepto más osado en el mercado colombiano, unas tiras de pechuga de pollo apanadas con papas para comer sobre la marcha -on the go-.

BIG ESTRUCTURA

Estructuralmente el empaque de Big Pollo Snack buscó relacionar su contenido a un producto más llamativo para jóvenes y adolescentes transformando la experiencia de consumir pollo al abrir el empaque rasgándolo, más asociado con la sorpresa de los empaques de dulces o golosinas. Un empaque que permite comer el producto caminando o estando en movimiento, que se puede sujetar cómodamente con una mano y protege su contenido inclusive en movimientos bruscos.

Adicionalmente el empaque debía responder a las necesidades de conservación del producto, de agilidad en las operaciones y de economía en producción. Por este motivo, tiene un troquel sencillo en cartón con un único pegado lateral el cual, además de reducir enormemente los costos de producción, permite apilarlo y conservarlo plano con facilidad, y para su armado sólo es necesario presionar de los bordes para ajustar el fondo automático y hacer un par de pliegues y así lograr empacar el producto fresco ágilmente en el punto de venta.

BIG GRÁFICA

Gráficamente el desafio fue presentar la marca en el empaque de forma atractiva para jóvenes sin perder el principio de tradición que exigía conservar la empresa. Lograr que un joven cargue en la calle una caja de pollo de una marca antes siempre asociada con adultos y familia, pero que se viera y sintiera cool.

Para lograr este objetivo se recurrió a la paleta de colores institucional de Kokoriko contrastándola con una retro prestada de los años 50′s diferenciándolo de los demás empaques de la marca, y otorgándole vitalidad y energía. Esto en conjunto de elementos tipográficos protagónicos, diversos y ricos en detalles acabaron por definir una estética vintage que, al tiempo de que habla de tradición, es atractiva para adolescentes al ser parte de una de las más fuertes tendencias en el diseño contemporáneo; estos lineamientos lograron hacer de este empaque un objeto de deseo.

Es así como presentamos una nueva experiencia de consumo, y una estética innovadora que ha generado un impacto importante y positivo entre los jóvenes evidenciado en redes sociales, restaurantes, centros comerciales y colegios; respaldando esta propuesta por un sorpresivo 40 por ciento de superación de las metas de ventas a nivel nacional.

BIG EQUIPO

Diseño estructural: María del Sol Poveda
Dirección de arte y diseño gráfico: Nicolás Rosso Londoño
Concepto: María del Sol Poveda, Juan Sebastián Muñoz y Nicolás Rosso Londoño
Dirección de cuenta: Juan Sebastián Muñoz
Dirección estratégica: Mauricio Salazar Vélez